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Federico Quattrin es estudiante de la carrera de Ingeniería Electrónica de la FCEIA y desde agosto de 2018 se encuentra en Alemania luego de haber sido seleccionado por el Programa de Becas ALEARG. Se trata de un convenio firmado entre el Ministerio de Educación de la Nación y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), dirigido a estudiantes de las carreras de Ingeniería de las universidades nacionales de gestión pública.

La beca está constituida por tres etapas: dos meses de un curso de alemán intensivo que puede luego continuarse en forma paralela a los estudios universitarios, un semestre en la Universidad Técnica de Braunschweig y los últimos cuatro a seis meses deben hacer una práctica en una empresa o continuar en la universidad y realizar un trabajo de investigación.       

El alumno de electrónica realizó el curso de alemán en la ciudad de Marburg y allí se alojó en una pensión donde convivió con estudiantes alemanes lo cual resalta como positivo ya que eso le permitió mejorar su nivel, “desde el primer día ellos me dijeron ‘vos viniste acá a aprender alemán así que no te vamos a decir ni una sola palabra en inglés’ gracias a eso aprendí muchísimo durante esa etapa ya que me llevaba muy bien con todos ellos”. 

Alumnos ALEARG 1

Sobre el curso de alemán explicó que luego de realizar un test nivelatorio debió cursar 4 horas todos los días hábiles de la semana, en algunas ocasiones el profesor les asignaba tarea y al final de cada mes les tomaban un examen. “Las horas que no estás en el curso las tenés libre para pasear por Marburg, juntarte con los otros becarios y conocer gente. Nos juntábamos casi todos los días después de clase a tomar algo frente al río de la ciudad y disfrutar del veranito” relató Federico. 

Transcurridos los dos meses del curso intensivo de alemán se trasladó a la ciudad de Braunschweig para cursar un semestre en la universidad técnica. Allí participó de un proyecto de investigación en el Institut für Nachrichtentechnik en relación con la tecnología 5G. “En esta etapa para alojarte podes recurrir a las casas para estudiantes brindadas por la Universidad o buscar pisos compartidos. Yo como quería seguir viviendo con alemanes me busqué un piso compartido donde vivía con dos alemanes” indicó el alumno de electrónica.  

En referencia al vínculo que generó con los becarios argentinos y con estudiantes de otras partes del mundo destacó: “Durante esta etapa las relaciones sociales fueron un pilar muy importante, el invierno es muy duro por la falta de luz solar y hasta los propios alemanes entran en depresión. Por eso con los argentinos tratábamos de juntarnos bastante seguido a tomar mates o a comer a la noche. Además me hice dos amigas españolas  con las que almorzaba todos los días en el comedor de la universidad”

La última etapa de la beca es la búsqueda de un empleo para realizar una práctica en una empresa. “Este proceso puede ser muy estresante ya que tenés que hacer postulaciones y entrevistas en alemán, en mi caso conseguí trabajo bastante rápido en AIRBUS Operations en Hamburg” mencionó Federico, quien como pasante de la empresa se encuentra trabajando en un proyecto sobre LTE. “Quedé sorprendido de las buenas condiciones laborales que tienen en Alemania y de cómo me tratan en el equipo de trabajo, siempre integrándome, ayudándome con lo que necesite. El trabajo me está gustando bastante y estoy contento con todo lo que estoy aprendiendo”. 

A modo de reflexión final e incentivando a que más estudiantes participen Federico indicó: “la beca es una oportunidad única para formarse profesionalmente y para descubrir una cultura diferente como así también otra realidad laboral y educacional. No tengan miedo que no se van a sentir en falta de conocimientos frente a los alemanes, nuestro sistema educativo no tiene nada que envidiarle en nivel al alemán. Si estás dudando en postularte, te recomiendo que lo hagas porque la experiencia vale mucho. Si tenés dudas te podes comunicar con cualquiera de los ex-becarios que todos vamos a estar dispuestos a ayudarte”

Para conocer más información acerca de las diferentes becas los interesados pueden contactarse con el Área de Relaciones Internacionales vía mail a rrii@fceia.unr.edu.ar o al teléfono 4802649 interno 158

 

Para Beatriz, las personas tienen dificultad para encontrar en las matemáticas, en la física y en la química una significación al margen de hacer cuentas. Su propuesta, se basa en trabajarlas como una cultura, así como estudiamos la literatura y sus grandes movimientos,  se debería poder estudiar la física moderna, la física contemporánea o la física clásica. “Nosotros los profesores tenemos que estar preparados para hacer eso”, señaló. 
Para ella, es necesario trabajar contenidos conceptuales, procedimentales, actitudinales,  contenidos ligados a la ciencia de la educación, la historia y filosofía de la ciencia, para mostrar a las y los  estudiantes que la ciencia es viva. “Tenemos la impresión de que la física y la matemática no cambian, pero es sólo una ilusión. En la física, por ejemplo, trabajamos constantemente con nuevas tecnologías, incursionamos nuevos estudios, la ciencia evoluciona todo el tiempo”, destacó Beatriz Salemme. De acuerdo a su experiencia, se necesita una enseñanza diferente, no una enseñanza tradicional.
La especialista brasilera en Didáctica de la Enseñanza resaltó la importancia de que los docentes de los distintos niveles estén preparados, también, para adaptarse a los cambios generacionales y cuenten con las herramientas para que sus clases respondan a las nuevas demandas de los estudiantes. 
“Todos los años cuando recibo un grupo de alumnos que se que van a estar 5 años en la universidad para después salir al mundo del trabajo, me propongo como desafío pensar ¿qué mundo les espera de aquí a cinco años? ¿Cómo va a ser esa nueva generación de profesionales?” indicó Beatriz convencida de que año tras año son diferentes los objetivos que debe plantearse. “Tenemos el desafío de formar profesionales de otra generación” destacó.
La especialista en educación valoró la importancia de contar siempre con diferentes opciones metodológicas que permitan explorar distintas técnicas según el grupo con el que se esté trabajando. “A veces percibo con tristeza que muchos profesores dicen ‘yo enseño, si ellos aprenden es otro problema’ y no es así, es mi responsabilidad como docente que los estudiantes comprendan. Entonces nuestro gran desafío es estar alerta para encontrar la forma de que nuestros alumnos de hoy se interesen por lo que se está explicando”.
Entre las herramientas que utiliza en el aula es el trabajo con películas en las que se aborden temas de interés para ser tratados desde diversas disciplinas. Así por ejemplo, con uno de sus grupos de estudiantes de secundaria tomaron una escena del “Código Da Vinci” en la que aparece un código en formato de una secuencia de Fibonacci. “Tomando esa secuencia también trabajamos con su profesor de biología, conversamos con el profesor de historia, la profesora de física. El abordaje fue integral”, relató la especialista en educación.
 
“A mí me enseñaron cierta información de una manera puntual pero nos tenemos que dar cuenta que somos de otra época. A veces las personas no perciben la importancia del cambio generacional y hay que comprender que la enseñanza es un proceso dinámico que se retroalimenta” concluyó Beatriz.