La FCEIA participa desde el año 2008 del programa Franco-Argentino de Cooperación para la Formación de Ingenieros, ARFITEC, que es promovido por el Ministerio de Educación de la Nación y tiene entre sus objetivos generar vínculos de cooperación durables entre las instituciones de enseñanza superior argentinas y francesas responsables de la formación de ingenieros. A comienzo de 2017 un grupo de estudiantes de la Facultad viajó a Francia para cursar un semestre académico en diferentes universidades de ese país.
Marina Chajchir es alumna de quinto año de la carrera de Ingeniería Civil y se encuentra en Marsella realizando un semestre de intercambio en la Universidad de Aix-Marseille. En relación al cursado indica que allí es mayor la carga horaria sumando hasta ocho horas de clases diarias. “Aquí en clases se realizan muchos trabajos prácticos dejando para hacer fuera de horario sólo trabajos grupales, en cambio en la FCEIA el alumno trabaja más en su casa”. Además realiza una valoración sobre la formación académica: “los contenidos de las carreras en Francia son más reducidos que en Argentina, ya que aquí las materias son más cortas dejando la profundización de algunas temáticas para los posgrados”.
En cuanto a la experiencia personal Marina indica que lo más difícil de vivir en otro país es el idioma. “Haber estudiado francés antes de viajar me resultó muy útil, pero es muy distinto a lo que se escucha en la calle o en la facultad. Acostumbrar el oído a la forma de hablar de los franceses me resultó complicado, como también poder expresarme correctamente, pero estoy segura que es una cuestión de tiempo y adaptación” indicó la alumna. Además menciona: “Parte de la experiencia se trata de sobrepasar los momentos difíciles que conlleva vivir en otro país de cultura, idioma y tradiciones diferentes”.
La estudiante de Ingeniería Civil se refiere también a la adaptación dentro de la Facultad y su vínculo con jóvenes de diferentes nacionalidades. “Mis compañeros de clase y profesores son muy amables y siempre dispuestos a responder mis preguntas. Creo que esto se debe a que la facultad está acostumbrada a recibir alumnos de intercambio de distintos países. Por ejemplo, en mi clase tengo compañeros de Brasil y de China, y también he conocido de España, Chile, Italia y Alemania.”
Nicolás Picq cursa quinto año de Ingeniería Mecánica en la FCEIA y se encuentra desarrollando una experiencia académica en la École Nationale d’Ingenieurs de Metz (ENIM). Al igual que Marina coincide que en Francia la carga horaria de cursado es ampliamente superior, “Tenemos clases de lunes a viernes mañana y tarde sumando en total ocho horas diarias y los sábados a la mañana” destaca.
En cuanto a la modalidad de cursado Nicolás menciona: “Hay tres tipos de cursos distintos, clases en anfiteatros aproximadamente con 60 alumnos, clases de prácticas donde somos 20 y clases de laboratorios en grupos de 10”.
Paula Monticelli estudia Ingeniería Industrial en la FCEIA y actualmente cursa en la Ecole Centrale de Lille. La Ecole Centrale según explica ella “Es como una Universidad pero mucho más selecta. Aquí ingresan sólo los mejores.” Para poder formar parte los estudiantes se preparan durante dos años en ciencias duras y luego rinden un examen que los posiciona para ingresar primero en la Ecole de París o Marsellas, luego en Lille o Nantes y así con demás ciudades de Francia donde hay escuelas de ingenieros. Además para permanecer deben pagar una matrícula anual de entre 200 y 300 euros” cuenta.
“Como su nombre lo indica es como venir a una escuela. Los docentes te dan todas las clases las copias que se utilizan. Se cursa casi tiempo completo, mañana y tarde y absolutamente todas las clases son con asistencia. Eso implica que si por ejemplo, asistís a un laboratorio y por algún motivo no funciona una máquina, igualmente te tenés que quedar a esperar que pase el tiempo” describe la estudiante de la FCEIA sobre las modalidades de cursado en Lille.
Asimismo asegura “Está todo servido, si algo nos caracteriza a los estudiantes de las instituciones públicas argentinas es esa capacidad de arreglárnosla con lo que tenemos y es algo muy valioso. Por eso me animo a decir que nuestro nivel académico es mucho mejor, a pesar de que contamos con menos recursos materiales”. Paula agrega también que en la Ecole no existe un centro de estudiantes ni un Consejo Directivo, “Acá las decisiones las toma un director, que casi nadie conoce”.
A modo de reflexión final Paula indica que a pesar de las dificultades que pueden surgir al vivir en un país diferente por el idioma, costumbres y lejanía de los afectos es importante que los estudiantes se animen a concretar una experiencia académica en el exterior. “No sólo por el hecho de conocer cómo funcionan otras unidades académicas del mundo, sino por el valor que uno le da al lugar de donde viene. Nuestra facultad, nuestra universidad pública, no sólo tiene la potestad para enseñarnos los contenidos necesarios para ser profesionales sino también tiene el poder de formar personas y profesionales críticos del medio que los rodea” señala Paula.