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El 8 de marzo es la fecha en que se conmemoran las diferentes luchas protagonizadas por las mujeres para avanzar en la conquista de sus derechos. Este año, además, se realizará de 12 a 15 hs el primer Paro Internacional de Mujeres que nuclea unos 50 países. Bajo la consigna "La solidaridad en nuestra arma", "Mujeres en huelga", se propone que todas las mujeres paren en sus lugares de trabajo, hogares y universidades para visibilizar su trabajo y reclamar contra las desigualdades que aún existen.

En 2016 el Consejo Directivo de la FCEIA aprobó por resolución N° 658/16 el Protocolo para la atención de situaciones de violencia sexual y discriminación basada en el género, que ocurran en el ámbito de la Facultad. Asimismo, se creó la Comisión de Género coordinada por la psicóloga Adriana Gerbaudo. En el marco del 8 de marzo y el primer Paro Internacional de Mujeres, Adriana realizó una valoración sobre el tema.

¿Cómo analizaría la situación actual de la mujer en Argentina?

Con referencia a nuestro país, podemos decir que ha habido avances en relación al lugar de la mujer en la sociedad. Las mujeres podemos ejercer nuestros derechos, votamos, participamos en partidos políticos y podemos elegir estudiar, trabajar. Por supuesto esto no es igual para todas, las mujeres más pobres tienen mayores dificultades y sufren en mayor medida las desigualdades. Pero a pesar de los avances, todavía estamos lejos de estar en una situación de igualdad con el hombre.

Las mujeres tenemos mayores dificultades para acceder a algunos puestos de trabajo, cobramos menor salario por igual tarea, tenemos mayor tasa de desocupación, nos hacemos cargo del 75 % del trabajo del hogar y nos ocupamos generalmente de las tareas de cuidado de niños/as y ancianos/as. Las mujeres morimos por abortos inseguros. Mujeres y niñas somos víctimas de la redes de trata. Y actualmente podríamos decir que en la vida diaria nuestra situación ha empeorado ya que nos enfrentamos todos los días a la violencia machista que va produciendo episodios cada vez de mayor crueldad.

Con respecto a la violencia de género ¿Cómo se encuentra hoy Argentina?

Durante el año 2016 hubo una mujer muerta cada 30 horas y en lo que va del 2017, ya se produjeron 57 feminicidios. Hoy tenemos una mujer muerta cada 18 horas por la violencia machista, muerta por el solo hecho de ser mujer. Según datos proporcionados por distintas organizaciones el 58 % de los femicidios se generan en la vivienda, con lo cual vemos la vigencia de la afirmación que indica que el lugar más inseguro para una mujer es su propia casa.

Se han duplicado las consultas a los servicios especializados en relación al mismo mes del año anterior y a pesar de que los medios de comunicación nos muestran estos hechos, es preocupante la falta de sanción para los hombres violentos. No es suficiente ver una y otra vez la violencia, como la muestran los medios, sino que es necesario ver el castigo. Creo que finalmente estas formas de abuso y disciplinamiento realizados sobre el cuerpo de las mujeres son convalidados por la sociedad y los Estados ya que no hay sanción.

Cuando se produce un femicidio y escuchamos que hubo 10 o 20 denuncias previas, ¿qué pasó? Cuando vemos que se han violado repetidas veces las órdenes de prohibición de acercamiento y el agresor sigue libre y la mujer tiene que buscar un lugar para proteger su vida ¿qué pasa? Existen Centros de Protección para las mujeres en riesgo de vida pero las situaciones son muchísimas y lo fundamental es que los agresores sean privados de su libertad y no que la mujer y sus hijos tengan que abandonar su casa y cambiar de escuela a sus hijos e hijas para preservarse.

¿Cómo se posicionan actualmente las mujeres a partir de la existencia de movimientos feministas cada vez más crecientes?

Recientemente ha habido importantes manifestaciones de mujeres en el mundo contra las políticas que nos perjudican y contra la misoginia. Los Encuentros Nacionales de Mujeres nos permiten compartir experiencias, conocer las distintas realidades que vivimos y pensar cómo modificar aquellas cuestiones que nos agobian y no nos permiten desarrollarnos. Cada vez más mujeres participan de estos encuentros, de las marchas, de los reclamos. Cada vez hay más mujeres que no quieren someterse a los estereotipos, que quieren caminar tranquilas por las calles, sin ser violentadas, que quieren luchar por la igualdad y por su derecho a elegir como vivir.

Es importante también que las mujeres jóvenes que hoy pueden gozar de muchos derechos no olviden que eso es fruto de la lucha de mujeres que nos precedieron. Que sepan que nada se dio de forma natural, de lo contrario, estamos corriendo el riesgo de retroceder.

Las mujeres avanzamos mucho en el sentido de que sabemos que nadie tiene derecho a humillarnos, desvalorizarnos o agredirnos y nos rebelamos contra eso. Sabemos que hay distintos tipos de violencia, que no es sólo el golpe, que la violencia puede ser física, psicológica, sexual, económica o simbólica. Las distintas campañas ayudaron mucho.

Sabemos que tenemos derecho a vivir una vida libre de violencias y actuamos en consecuencia. De todos modos, cuando una mujer decide salir de la violencia le espera un duro camino, en el que el Estado tiene que estar acompañando. Las dificultades son muchas: falta de red, de familia que acompañe, de trabajo, entre otras cosas, y como ya dijimos es más difícil para las mujeres más humildes. Pero cada vez más mujeres víctimas de violencia consultan y ese es el primer paso. Es importante que la mujer sea escuchada, contenida y asesorada.

¿Cómo valora la formación de una comisión de género dentro de la Facultad?

Es un avance muy importante ya que siendo la violencia de género un problema social, la universidad no está exenta de registrar estas situaciones. Con la comisión de género se pone a disposición de la comunidad educativa un espacio de consulta para las situaciones que generen malestar y que de no resolverse acaban generando un perjuicio a quien las padece, afectando tanto la continuidad del proceso educativo como las relaciones laborales dentro de la Facultad.

La educación es el camino para prevenir y erradicar la violencia. Educar cuestionando los patrones socio culturales que generan y reproducen la violencia y estableciendo relaciones con más igualdad. La Comisión de Genero FCEIA adhiere al Paro Internacional de Mujeres y nos sumamos a manifestarnos en contra de las desigualdades y discriminación por razones de

género. Contra las desigualdades en el trabajo, en defensa de nuestro derechos sexuales y reproductivos, en defensa de la diversidad, contra la trata y la violencia.

Porque nos duelen las muertes de mujeres asesinadas por el solo hecho de ser mujeres, las desigualdades, porque queremos equidad, respeto, iguales oportunidades, adherimos al Paro, y nos proponemos generar espacios para poder reflexionar y aportar para construir una realidad sin violencias.

¿Por qué es importante que las mujeres se sumen al paro internacional del 8 de marzo?

Es importante sumarse para hacer visible que pasa si las mujeres no desarrollan las múltiples tareas que realizan diariamente. No es una propuesta uniforme, cada mujer lo hará de la manera que pueda. Me parece importante que nos sirva para pensar sobre todo qué pasa con el trabajo doméstico, ese que una mujer no puede dejar de hacer porque nadie la reemplaza y cuyo valor económico no es reconocido.

El 8 de marzo es un día para reflexionar sobre cómo se ha avanzado como resultado de las luchas de las mujeres y también para no olvidar que la lucha debe seguir. Sirve para pensar nuevas modos a la luz de las condiciones actuales que las mujeres enfrentamos en nuestra vida diaria.