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Las observaciones de Rubén Piacentini

A partir de la jornada por el Día Mundial del Medio Ambiente, desarrollada en el hall de la FCEIA, el docente de cursos de posgrado de la Facultad e investigador superior de CONICET, Rubén Piacentini, aportó sus conocimientos acerca de la huella de carbono y brindó recomendaciones, con el objetivo de concientizar a la ciudadanía para lograr disminuir su impacto. Según un estudio realizado sobre el tema, cada argentino produce en promedio cerca de 6000 kilos por año de contaminantes gaseosos denominados gases de efecto invernadero que son emitimos a la atmósfera.

Tras consultarle qué es y cómo se genera la huella de carbono, el profesional expresó: “Es la impronta que está dejando la humanidad en general y cada uno de sus habitantes en particular en el planeta por consumir fuentes energéticas dependiente de combustibles fósiles, principalmente de petróleo, gas y carbono, que contaminan emitiendo el famoso dióxido de carbono, por eso el nombre de huella de carbono. Conocerla es clave para tratar de mitigar el calentamiento global del planeta. Puede parecer difícil entender la relación pero se vuelve sencillo si comprendemos que cualquiera de nuestras acciones requiere de energía ya sea para trasladarnos, para vivir en nuestra vivienda, para trabajar, necesitamos energía.”Huella de carbono

Aunque resulta imposible que las personas dejen de movilizarse, alimentarse y realizar sus actividades diarias, las mismas pueden llevarse a cabo de tal forma que disminuya la contaminación emitida al medio ambiente. “Cada habitante de la Tierra debería conocer su huella de carbono, así como conocemos el factor RH de nuestra sangre uno lo debería conocer para actuar luego en consecuencia” explicó Piacentini. Quién además dio a conocer uno de los ejemplos más claros para comprender la problemática de la huella de carbono como es la movilidad. “Un auto usado cotidianamente de manera individual es uno de los mayores contribuyentes en la huella de carbono, en cambio si una persona utiliza el transporte público colabora en una cierta proporción a su disminución aunque siempre lo ideal es movilizarse a pie o en bicicleta.”

Por otro lado el investigador que trabaja en el laboratorio de Eficiencia Energética, Sustentabilidad y Cambio Climático del IMAE y en el área de Física del Atmósfera, Radiación Solar y Astropartículas del Instituto de Física Rosario perteneciente a la Universidad Nacional de Rosario y al Conicet, explicó el funcionamiento de alguno de los elementos con los que cuentan en tales espacios. Entre ellos se destaca un panel fotovoltaico que produce electricidad a partir de la luz que incide sobre el mismo, un simulador eólico que muestra cómo la energía del viento puede producir electricidad y una cámara termográfica que tiene como objetivo registrar la emisión de radiación de todos los cuerpos que tienen una dada temperatura y según la misma emitir más o menos radiación.

"Durante el día de la exposición mostramos con la cámara termográfica a los asistentes cómo las puertas de la Facultad estaban a una temperatura más baja que las paredes porque era un día relativamente frío o fresco al exterior, entonces el edificio perdía calor hacia afuera y eso la cámara lo registra. Si fuera verano pasaría al revés, mostraría que está entrando mucho calor desde afuera hacia adentro" indicó el experto en el tema. Además explicó que la aplicación de este sistema de medición puede ser diverso pero que principalmente es utilizado para realizar viviendas y edificios más eficientes. Dicho elemento sirve para "detectar que las placas aislantes que se van poniendo en las paredes de un edificio estén bien puestas".Neutralizaron la huella de carbono

Además, haciendo hincapié en la importancia de construir de manera adecuada las viviendas para evitar una vez habitada gastos de energía innecesaria y de esta forma disminuir la contaminación Piacentini indicó que en la página web del IMAE se encuentra a disposición un manual que tiene como fin educar a los constructores de viviendas sociales o aquellos que realizan su propia vivienda."Son muy buenos los constructores para hacer una vivienda convencional, pero no una vivienda asilada, entonces hay que educar. Hay que educar no solamente en cómo se construye sino también en cómo se habita, en una vivienda bien aislada las condiciones térmicas son mejores. Hay que educar y aprender a vivir racionalmente, ni hablar los ahorros que se pueden hacer en iluminación y en consumo de electrodomésticos."

Para finalizar, quien viene trabajando en el tema de energía solar desde hace más de 40 años, comentó un proyecto que tiene como objetivo que cada familia reduzca un 10% la energía que consume habitualmente en su vivienda en un año. El mismo plantea que los jóvenes, tanto alumnos de escuelas primarias, secundarias como universitarios, sean los responsables de llevar adelante tal iniciativa. "Un cálculo típico a los costos actuales da que una familia tipo en Rosario consume en dinero entre 30 y 50 mil pesos por año, si uno tiene en cuenta el combustible del auto, más la electricidad, el gas y aún el carboncito o la leña para el asado", desarrolla Piacentini.

El incentivo para que los estudiantes se esfuercen por cumplir tal objetivo se encuentra en que la mitad del dinero ahorrado sería entregado al joven para destinarlo a un uso personal y la mitad restante quedaría como ahorro de la familia. "Participaría toda la familia, el joven se educaría, sería una manera de colaborar con el presupuesto familiar, el presupuesto y la energía del país y el presupuesto y la energía de la Tierra en su conjunto" indicó convencido el especialista en el tema.

Como reflexión sobre la temática desarrollada durante la charla, Piacentini expresó: "Somos 7300 millones de habitantes en la Tierra, que la mitad o un tercio haga algunas de estas acciones, porque por supuesto hay niños pequeños, hay gente muy grande y hay otros que no les interesa, pero que una fracción realice una acción por día son miles de millones de acciones a favor del cuidado del medio ambiente".