A partir del trabajo de múltiples actores, entre los que se cuentan integrantes de la FCEIA, se llevó a cabo la puesta en marcha del Observatorio de la Vigil, ubicado en el barrio La Tablada, de Rosario, que había sido intervenido y desmantelado durante la última dictadura militar argentina.
En el mes de mayo, cuando Carlos Silva, docente de la Facultad, finalizó sus estudios de la Licenciatura en Física, recibió el contacto de Rafael Cao, integrante de la Comisión Directiva de Biblioteca Vigil y ex alumno del Profesorado en Física, quien se acercó para consultarle si tenía ganas de ver en qué estado estaba el Observatorio de la Vigil, para conocer su opinión sobre la posibilidad de recuperar ese espacio.
“Yo conocía de adolescente el Observatorio, hubo un tiempo que la provincia lo había reabierto con un trabajo del Observatorio de Funes, entonces sabía que contaba con un telescopio refractor principal con una lente que se había comprado en la Universidad de La Plata para reemplazar a la original que fue sustraída durante la intervención miliar, y que, si uno iba con un ocular, tendría que poder hacer algunas observaciones. Eso era lo que yo sabía, pero cuando llegué al Observatorio con Rafael y con Roberto Frutos, que es el Presidente de la Comisión Directiva de la Vigil, me encontré con que tenía la cúpula pero que no abría, no giraba. El telescopio, que tiene dos movimientos, uno que sirve para seguir las estrellas en el cielo, y otro se llama declinación, y el de ángulo horario no se movía, estaba totalmente frenado. Los motores de movimiento de la cúpula, de rotación y de apertura no funcionaban. El telescopio, que originalmente tenía unos seguimientos eléctricos con motores sincrónicos para que una vez que uno encontró el astro lo vaya siguiendo durante toda la noche, no funcionaban tampoco. Nos dimos cuenta ahí que la recuperación del Observatorio iba a requerir un arduo trabajo.” explica Carlos Silva.
Con ese panorama, se pusieron a pensar de qué manera comenzar y en este marco Carlos convoca a estudiantes de la Licenciatura en Física interesados en la astronomía, como indica “Se empezaron sumando Mateo Ríos, Ana Olivares, otro estudiante de Ingeniería Mecánica, Eugenio Fernandez Manrique. Luego también se unieron Julieta Gómez, Camila Boffo, Eugenio Brauchli, Victoria Suárez Barraza, Pilar Torres, Manuel Grabich. Invité a los docentes del Politécnico Lisandro Odisio Martinelli y Lisandro Duri, quien además está a cargo del Observatorio Politécnico, y es hijo de Augusto Duri que era el presidente de la Comisión Directiva de la Vigil cuando llega a la dictadura e interviene la Vigil. Después se fueron incorporando en el boca a boca miembros de la Comisión de la Biblioteca Vigil: Rafael Cao, Roberto Frutos, Florencia Lezcano, Graciela Rocha. Otro docente de la FCEIA que se sumó fue Daniel Severín”.
“En el primer encuentro se logró abrir la cúpula, se trabajó en la limpieza del espacio. Después de varias semanas, Mateo Ríos y Eugenio Brauchli pudieron destrabar los ejes del telescopio” explica Carlos. La cúpula, que, por accidente, había quedado abierta durante un largo tiempo, en consecuencia, la parte externa del telescopio estuvo expuesta a vientos, lluvias, incluso a las palomas. “Eso fue un trabajo importante que se realizó, hubo que desarmar, limpiar, reparar” explica Carlos y agrega “Para que el telescopio funcione se necesita hacer un diagonal con un espejo, para poder colocar el ocular y pensamos en imprimirlo en 3D porque no hay en el mercado y con respecto a los oculares, tenemos uno que fue donado, pero hay que comprar una variedad porque depende de los objetos que uno quiera observar, cual se debe usar”.
Fruto de todo el trabajo realizado, el 13 de agosto se realizaron las primeras observaciones de la luna y Saturno. La recuperación del Observatorio y su puesta en marcha, que comenzó y continúa, se realiza con el objetivo de abrir el Observatorio a la comunidad, dar talleres de astronomía y que se realicen diversas observaciones. “El lugar tiene mucho potencial para hacer muchas actividades, la idea es recuperar las funciones pedagógica y científica que tenía el Observatorio. Antes del 76, hacían muchas observaciones solares” indica Carlos.
Observatorio y memoria
En simultáneo, Carlos Silva también está trabajando en la recuperación histórica del Observatorio, buscando fuentes de información para tratar de reconstruir parte del pasado. “No solo la parte que ya conocemos del robo, saqueo, que tuvo toda la institución, sino también la historia previa, quienes formaban parte, cómo funcionaba la escuela de astronomía, qué investigaciones hacían. Eso falta reconstruir. Hay un proyecto de empezar a hacer entrevistas con algunos de los antiguos trabajadores. El Observatorio intercambiaba información con observatorios de todo el mundo, entonces, un paso que ya dimos es ir rastreando si ellos tienen todavía esas comunicaciones que nosotros perdimos. Acá con el saqueo se perdió todo. Incluso los observatorios tenían boletines y no tenemos ningún número. Nos gustaría recuperar eso” cuenta Carlos.
Carlos agrega que en el momento en que empezó a circular la noticia de la recuperación del Observatorio, mucha gente se puso en contacto, emocionada, para decirles que querían colaborar, que habían ido a la Vigil cuando eran chicos, compartían diferentes historias. “Lo mismo la gente de la Comisión, cuando hicimos las primeras observaciones todavía manejando todo el equipo a mano, se emocionaba, hasta las lágrimas. Eso fue algo que yo no había dimensionado, toda la historia que hay detrás de esto. Además de recuperar lo material, también estamos recuperando lo intangible, la memoria, el trabajo de investigación, todo esto es una manera también de mostrar todo lo que se perdió y el trabajo que implica recuperar y reconstruir el pasado” indica Carlos.
Este proyecto trata de devolver al barrio y a Rosario algo que siempre estuvo ahí, pero que en un momento se quitó
la posibilidad de ser disfrutado. “Es una oportunidad para democratizar el conocimiento y el acceso a la astronomía, no solo para el barrio, ya que lo trasciende y llega a toda la ciudad” concluye el docente de la FCEIA.
