Kevin Velhuda es egresado de la carrera de Ingeniería Industrial en la FCEIA. Forma parte del equipo de INVAP que puso en marcha el satélite y participó del lanzamiento en Cabo Cañaveral.
El pasado 30 de agosto, se concretó el lanzamiento del satélite argentino de observación de la tierra, SAOCOM 1B de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) desde las instalaciones de la empresa SpaceX, en Cabo Cañaveral (EEUU).
Kevin Velhuda, graduado en 2016 como Ingeniero Industrial en la FCEIA, tuvo la posibilidad no sólo de integrar el equipo que trabajó en el satélite, sino de estar presente durante el lanzamiento del SAOCOM 1B que se realizó a bordo del lanzador Falcon 9.
“El día del lanzamiento fue muy especial con mucha ansiedad y nervios porque si bien al satélite lo teníamos configurado y listo para lanzar las condiciones climáticas no eran favorables, así que hasta último minuto no sabíamos si lanzábamos o no. En la sala donde estaba yo nos enteramos que se había podido en el momento en que empezó a despegar. Estábamos muy contentos pero hay varias instancias que son críticas en la puesta en órbita y en las primeras fases operativas del satélite. Uno se pone contento pero enseguida llega la ansiedad y los nervios de la siguiente etapa”, cuenta Kevin desde Estado Unidos y detalla, “El lanzamiento fue un hito y después la separación que también es crítica. Ver que se recibía telemetría y que se había iniciado toda la secuencia de despliegue de panel solar de forma correcta fue también un momento muy importante. Y luego cuando se hizo la liberación y despliegue de la antena y saber que el satélite ya queda en configuración física y listo para operar es otro de los hitos. En ese momento sabés que todos los mecanismos que tenían que actuar, actuaron y queda la parte de verificación de la electrónica y encendido de algunos de los subsistemas que se van a realizar a lo largo de los días que siguen. Una vez que todo eso esté verificado y funcionando bien, ahí uno se podrá relajar, mirar para atrás, pensar en el trabajo que se hizo y disfrutar del momento que es muy especial porque con la puesta en órbita finaliza mi participación en el proyecto y se inicia la vida operativa del satélite que uno espera que cumpla los años esperados y muchos más brindando información”.
SAOCOM 1B completa la Constelación SAOCOM, la misión espacial más importante de Argentina. Los satélites SAOCOM fueron desarrollados y fabricados en el país por la CONAE junto con la empresa INVAP, contratista principal del proyecto, la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país. Además, contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI).
La participación de Kevin en este proyecto se dio como parte del Equipo de Aseguramiento de Producto que está conformado por: calidad; confiabilidad del producto; materiales y procesos; componentes electrónicos, eléctricos y electromecánicos y aseguramiento del producto de software. Su estadía en Estados Unidos como parte de la campaña de lanzamiento está relacionada con el seguimiento y acompañamiento de los procesos de interacción de ensayos de movimientos del satélite para verificar y asegurar que todas las actividades se realizan de acuerdo a lo especificado, y que el satélite atraviesa todas las instancias de forma segura y sin desviaciones.
El graduado de la FCEIA, cuenta que también tuvo la oportunidad de participar de la campaña de lanzamiento de SAOCOM 1A en California, aunque no había tenido la posibilidad de presenciar el lanzamiento desde la base. Durante el cursado de su carrera en la FCEIA tenía planificado realizar una especialización o master relacionado con electrónica pero nunca imaginó participar en un proyecto como SAOCOM. “Cuando empecé a trabajar en el proyecto sabía que era muy importante por lo que iba a significar para el desarrollo tecno – productivo del país y de la región”, cuenta.
Para Kevin, integrar el equipo de trabajo fue también muy productivo en cuanto a las posibilidades de adquirir conocimientos de otras especialidades. “En este tipo de proyectos participan profesionales de distintas áreas y especialidades. El poder formar parte de este tipo de equipos multidisciplinarios le permiten a uno crecer profesionalmente y aprender mucho de aquellos temas de los cuales uno no tiene experiencia o no están cubiertos por su formación específica”, detalla.
Consultado respecto a la formación recibida durante sus años como estudiante en la FCEIA, afirma que fue muy importante para afrontar los desafíos laborales. Cuenta que las herramientas que obtuvo para analizar sistemas, procesos, materiales y recursos le permitieron analizar y resolver problemas que pueden surgir en cualquier tipo de industria. “A quienes se deciden por estudiar Ingeniería Industrial les diría que eligieron una carrera muy versátil que les va a brindar herramientas para poder trabajar el día de mañana en distintos ámbitos y rubros de la industria”.
Para finalizar, Kevin elige dejar un mensaje “A las y los que estén por iniciar la universidad les recomiendo que elijan una carrera que realmente les guste, que se vean ejerciéndola a lo largo de su vida. No hay carreras más fáciles o más difíciles. Todas requieren esfuerzo y estudio pero al final tiene su recompensa. No hay nada más gratificante y satisfactorio que poder trabajar en lo que a uno realmente le gusta”
La información específica sobre la constelación SAOCOM es gentileza de https://www.invap.com.ar/