La Escuela de Mecánica de la FCEIA incorporó hace pocas semanas una impresora 3D que posibilita la creación de piezas de plástico en uno o dos colores y de un tamaño máximo de 15x20x20cm, logrando así modelos a escala o piezas terminadas. Sus aplicaciones son muy amplias, por lo cual se busca capacitar a estudiantes y docentes tanto de Ingeniería Mecánica como de las diferentes carreras, para que todos tengan acceso a la nueva herramienta y de esta forma llevar a cabo proyectos interdisciplinarios.
“Nuestro objetivo es que la impresora 3D se convierta en una herramienta de vinculación con otras carreras para hacer proyectos en conjunto” indicó Marcelo Valderrey, docente de Mecánica desde hace 20 años y encargado de dictar las capacitaciones que comenzarán en poco tiempo. La impresora 3D podrá usarla tanto la Escuela de Mecánica, con aplicación directa en 11 asignaturas que van desde primer a quinto año, como las demás carreras ya que sus aplicaciones son muy amplias.
Entre sus diversas aplicaciones se puede mencionar que en Agrimensura, Civil y Arquitectura se imprimen terrenos y edificios a escala ya sea por estética u otras veces con fines más técnicos para por ejemplo colocar un edificio y su entorno en un túnel de viento y analizar su comportamiento aerodinámico. En algunos casos los ingenieros civiles imprimen en máquinas de mayor magnitud hormigón para la elaboración de una casa. En Industrial se imprimen plantas completas para ayudar a los técnicos de una industria a determinar las mejores distribuciones de equipos con el objetivo de optimizar procesos.
“Para nosotros poder adquirir una impresora 3D es muy importante porque los alumnos si bien están muy habituados al mundo virtual, necesitan poder ver materializado lo que diseñan. Tener la posibilidad de ampliar los trabajos prácticos con algo construido y funcionando es algo que entusiasma al alumno, pero tiene limitaciones hacerlo con técnicas convencionales” mencionó Marcelo sobre el uso que se le dará dentro de la Escuela de Mecánica. Además agregó que “la apuesta es trabajar como trabajamos los ingenieros en la realidad con proyectos que involucren múltiples especialidades”.
Fuera del ámbito específico de la ingeniería, Marcelo destacó que la impresión 3D es muy utilizada en aplicaciones biomédicas. “En medicina y odontología existen numerosas aplicaciones, a partir de imágenes tomográficas de un maxilar se puede hacer una prótesis, hay materiales de uso médico que te permiten ante una lesión del cráneo que implica una pérdida parcial de un hueso, poder diseñar la pieza ósea e imprimirlo para que un cirujano lo tenga en el momento de la operación y este seguro de que lo va a colocar y va a calzar a la perfección. Los biólogos están imprimiendo en 3D células para hacer órganos o partes de órganos artificiales”.
En lo práctico, para poder realizar una impresión es necesario primero tener digitalizado en un software específico el modelo que se desea materializar. Esto puede realizarse a través de diferentes técnicas algunas más tradicionales como por dibujo y otras más novedosas como fotogrametría o escaneado laser. Una vez que se tiene el diseño de la pieza de forma virtual se debe exportar a un formato procesable por el software de la impresora, en esta etapa se definen los parámetros constructivos como la densidad y el grosor del material.
A partir de allí puede comenzarse el proceso de impresión que dependiendo el tamaño y la complejidad de la pieza puede tardar varias horas. Una vez finalizado se deben limpiar y remover las estructuras auxiliares tales como pisos y soportes que en ocasiones son necesarios incorporar para una correcta impresión. Terminado este proceso se debe limpiar la impresora y dejarla nuevamente en condiciones para su siguiente uso.
Dentro de pocas semanas comenzará a dictarse una capacitación destinada a docentes y alumnos avanzados de todas las carreras de la Facultad que quieran involucrarse con el funcionamiento de la impresora. “Quiero ayudar a los profesores a encontrar aplicaciones vinculadas con su asignatura, justificarlas debidamente y poner en marcha el proceso”, expresó Marcelo.
A modo de reflexión final y destacando la importancia de que otras carreras también se apropien de la impresora, indicó: “Esto no es muy novedoso como tecnología porque imprimir en plástico hace decenas de años que se sabe hacer, lo que son novedosas son las aplicaciones. Entonces cuanto más repartís el conocimiento más cosas innovadoras surgen. Lo importante no es la herramienta sino el uso que se la da”.