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Jue, May

Francisco Michati, Licenciado en Física egresado de la FCEIA en el 2023, integró “los Carpinchos”, equipo que participó en la competencia que se realizó a comienzos de abril en China y fue destacado por su colaboración para con los otros competidores. El grupo argentino quedó posicionado dentro de los 25 mejores, en un certamen que reunió a más de 300 equipos de todo el mundo.

“Los Carpinchos” está formado por Lara Kurtz, Álvaro Roy Schachner y Alejandro Silva, estudiantes de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Universidad Nacional de Córdoba), Francisco Michiati (Licenciado en Física de la FCEIA-UNR) y el entrenador es Marcos Mazzini (Centro de Supercómputo de la Universidad Nacional de Córdoba). Los cinco viajaron a China a participar de 11º edición de la Student Supercomputer Challenge de Asia, que tuvo lugar en la semana del 8 de abril. Se trató de una competencia intensiva de cuatro días en donde los equipos debían resolver problemas de computación de alto rendimiento.fran Fisica China

“Yo conocía sólo a Álvaro Schachner, que había sido compañero mío en una materia de posgrado que hice en Córdoba, que se llamaba computación paralela. A principios de año él me escribe contándome que los habían invitado a participar de esta competición, que estaban buscando algún físico y me invita a sumarme y acepté y ahí empezamos. Competimos en las preliminares, quedamos y pasamos a la final en China” cuenta Francisco y aclara que el equipo ya estaba conformado y el año pasado habían participado de una competencia en modalidad virtual de Estados Unidos, quedando en tercer lugar.

El representante de la FCEIA

Francisco Michati tiene 25 años, nació y vive actualmente en Rosario, es licenciado en Física de la FCEIA, título que obtuvo a comienzos del 2023. Estudiante de la Tecnicatura Universitaria en Inteligencia Artificial, también de la Diplomatura en Ciencia de Datos de la Universidad de Córdoba, trabaja en un proyecto de investigación de Estados Unidos y se desempeña laboralmente en el sector privado, en el área de Finanzas.

“Siempre supe que quería estudiar algo técnico y por algún motivo me llamó la atención de Ingeniería Industrial, hice el cursillo en la Facultad. Pero un poco antes de empezar el cursado me interesé por la ingeniería nuclear del Balseiro y pensé a qué carrera me convenía ir para aprobar el examen de ingreso del Balseiro. Entonces me anoté en la carrera que más Física y Matemática tenía, que era la licenciatura en Física, para maximizar mis probabilidades de rendir ese examen, tener la mejor base posible. Después me gustó la carrera y me quise quedar en Rosario, pero originalmente ese fue el plan” cuenta Francisco.

“Si bien la carrera no está orientada a la computación, estar en la Facultad me dio el espacio para que yo pueda conocer que existen estas cosas, porque me enteré que esta rama de la computación existía porque mi director de tesina me comentó que había una materia en Córdoba de Computación paralela que era interesante y fui, la cursé, me gustó, me hice amigos ahí y aprendí muchas cosas” indica Francisco.

Con respecto a su formación de grado, Michati señala que fue significativo contar con el conocimiento de la Física con respecto a los programas de computación con los que hay que trabajar en la competición. “Es importante para entender qué está pasando adentro, porque uno podría estar tentado a pensarlo como si fuera una caja negra y solamente intentar que corra más rápido un programa, pero si un jurado pregunta qué está pasando, es importante saber qué son los números que devuelve, y además saber que pasa por dentro, qué cuenta está realizando el programa, eso puede llevar a optimizaciones. Es siempre positivo tener una visión de eso y la formación de físico te la permite porque la mayoría de estos programas son simulaciones físicas”.

El desafío en China

“La competición se basó en el armado y configuración de un mini clúster de computación. Nos daban los nodos, las computadoras y había que armarlas, conectarlas, instalar el sistema operativo, permitir la comunicación entre ellas, hacer correr los drivers, entre otras cosas. Todo esto, que no es trivial, ese armado inicial nos tomó los dos primeros días. Los otros dos días restantes era la ejecución de programas de simulaciones físicas y había un modelo de machine learnign, que son modelos muy pesados de lenguaje natural. El desafío era que todo funcione, hacer que anden bien todas las partes, y después buscar optimizaciones o paralelizaciones o lo que haga falta para que los programas se ejecuten lo más rápido posible. Ese ese el espíritu de la competición” señala Francisco.

El licenciado en Física relató que sucedieron una serie de problemas, uno de ellos fue la conectividad. “En China existe una regulación muy fuerte del Estado de internet, es un bloqueo a muchos sitios y aplicaciones que acá usamos regularmente: Instagram, WhatsApp, Facebook, Google. Esto nos causó muchos problemas y tiempo perdido, porque al no funcionar lo que usamos regularmente nos dejó dos opciones, usar páginas chinas, pero se complicaba el idioma, o también intentar navegar por las páginas que usamos regularmente, pero eso causo muchos problemas porque la navegación iba muy lenta. Fue muy tedioso” indica.

Hubo otros asuntos con respecto al equipamientos, las máquinas, que debieron afrontar en el momento y les insumió mucho tiempo. El equipo no obtuvo el resultado que deseaba, de todos modos, Francisco reflexiona que los inconvenientes hicieron que el grupo se motive para prepararse para futuras situaciones en otras competencias, considerando los problemas como una oportunidad que dio lugar a experiencia y aprendizaje.

“Fuimos elegidos por los otros equipos como los más populares. Nos destacamos por la cooperación, colaboramos mucho con un equipo de alemanes, que como éramos los únicos occidentales también nos sentíamos bastantes cercanos en ese sentido. También nos hicimos amigos de un equipo chino. Es parte de nuestra forma de ser como argentinos, preocuparnos por el resto y por el hecho de haber tenido tantos problemas, incluso injustos, hacen que uno desarrolle más empatía y se disponga a ayudar en lo que pueda” explica Francisco y agrega “El hecho de que la competición haya sido tan exigente hizo que en algún sentido se forme la necesidad de querer colaborar con los otros, querer sacar adelante entre todos un problema, y que es algo que honestamente no había visto en otras competiciones. Incluso es anti-intuitivo, decir que entre dos equipos sacar adelante un problema cuando una competición se basa en que yo lo tengo que hacer mejor que vos. Se formó un aura bastante linda, eso estuvo bueno” concluye Francisco.

 

Fotografías: Gentileza Francisco Michati.