En este documento podrán encontrar los siguientes contenidos: marco institucional de contingencia; las aulas virtuales; trabajo coordinado y cooperativo; trabajo evaluativo en las cátedras; con foco en el acompañamiento; criterios de evaluación.
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A partir del sostenido intercambio con colegas docentes, directores de Escuelas, Departamentos, coordinadores de cátedra y representantes estudiantiles, hemos avanzado en la sistematización de algunas propuestas relativas al acompañamiento virtual a las actividades curriculares. Este documento procura poner en palabras acciones y prácticas que se han venido desarrollando, así como motivar reflexiones que den origen a nuevas dinámicas y propuestas. Se presenta en seis partes:
1- MARCO INSTITUCIONAL DE CONTINGENCIA
3- TRABAJO COORDINADO Y COOPERATIVO
4- TRABAJO EVALUATIVO EN LAS CÁTEDRAS
5- CON FOCO EN EL ACOMPAÑAMIENTO
1- MARCO INSTITUCIONAL DE CONTINGENCIA
A partir de las medidas de aislamiento adoptadas en el macro de la Emergencia Sanitaria COVID-19, el 12 de marzo la FCEIA conformó un Grupo de Contingencia en Educación a Distancia, integrado por docentes con experiencia y trayectoria en la temática y conducido por las Secretarías Académica y de Desarrollo Institucional. El objetivo del grupo es brindar asistencia técnica a los docentes para la implementación de los recursos tecnológicos virtuales en el marco de las asignaturas.
Actualmente, los docentes cuentan con un Espacio de Apoyo a Actividades No Presenciales en campusv.fceia, gestionada por un equipo que atiende consultas de manera dinámica y provista de materiales específicos especialmente diseñados para ser aplicados en nuestro campus virtual. Adicionalmente se están ofreciendo capacitaciones tanto en la EPEC-FCEIA como en el Campus UNR.
Toda la información al respecto se encuentra disponible en la Web institucional, puntualmente en: “Espacio de Apoyo a Actividades No Presenciales”.
En virtud de la situación actual, se desarrollan las actividades curriculares con modalidades diferentes a las habituales. Para ello, la mayor parte de las asignaturas implementan un Aula Virtual en la plataforma campusv.fceia o en comunidades.unr.
La extensión del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, ha generado la necesidad de adaptar las actividades originalmente planificadas, teniendo como horizonte que todo el semestre se desarrolla en este nuevo contexto
A partir del diálogo desarrollado con las Direcciones de Escuelas y de los intercambios surgidos en numerosas reuniones con equipos docentes de diferentes asignaturas, se concluyó en la importancia de emitir la Resolución 270/2020. Dicha resolución de Decana, fue ratificada por el Consejo Directivo el viernes 22 de mayo.
La resolución en su Art. 2, autoriza y reconoce, mientras dure la suspensión de actividades presenciales, “la modalidad no presencial para la realización de evaluaciones y/o trabajos prácticos de las asignaturas/actividades”.
Además, habilita “a los docentes responsables de todas las asignaturas/actividades curriculares a reformular las planificaciones y/o cronogramas de actividades y evaluaciones, a fin de adecuarlas a las alternativas no presenciales; siempre teniendo en cuenta las posibilidades y limitaciones que este contexto genera tanto en las y los estudiantes, como en las y los docentes asignados a dichas actividades. De igual manera podrán, si lo consideran necesario, modificar los criterios para promocionar y aprobar la asignatura/actividad curricular o alcanzar las condiciones Regular o Condición Intermedia según corresponda” (Art. 3).
Por último establece, en su Art. 4, la importancia de informar con claridad a las y los estudiantes las actividades obligatorias que deberán cumplimentar para acceder a las distintas condiciones establecidas.
Por otro lado, la UNR estableció el 21 de abril el “Protocolo para el desarrollo de actividades académicas con acompañamiento pedagógico virtual durante la pandemia COVID 19”, donde se detallan recomendaciones y pautas a ser tenidas en cuenta al momento de implementar instancias de evaluaciones no presenciales.
Las y los docentes han estado implementando sus actividades curriculares en las aulas virtuales, teniendo como primordial objetivo que las y los estudiantes puedan mantenerse activas/os y vayan avanzando en sus estudios. Puntualmente se propende a que las y los estudiantes logren:
Cada cátedra ha ido presentando una planificación de las actividades en la plataforma, semana a semana, que orienta a las y los estudiantes para el acceso a los materiales y consignas respectivas. Si estas especificaciones no resultan suficientes, se han establecido mecanismos de contacto entre estudiantes y docentes para aclarar dudas.
En aquellas actividades curriculares que se desarrollan trabajos prácticos de campo, o de laboratorio, o de manejo de instrumental que no puedan ser desarrollados en la modalidad virtual, se recomendó que cada docente responsable proponga una agenda de trabajos prácticos imprescindibles a desarrollar una vez normalizadas las actividades presenciales.
Las aulas virtuales pueden contemplar actividades sincrónicas, en tiempo real, tales como clases virtuales implementadas con videoconferencias o consultas en línea. En este caso, se ha sugerido que sean impartidas en los días y horarios de cursado presenciales de cada actividad curricular evitando de este modo superposición con otras actividades curriculares. También se ha propuesto que las actividades sincrónicas dejen un registro (grabación, resumen, etc.), de modo que las y los estudiantes que no hayan podido participar en vivo, puedan acceder a ellas posteriormente y recuperarlas.
Durante este proceso de trabajo en el aula virtual, la evaluación de los desempeños estudiantiles puede realizarse aplicando un variado número de herramientas disponibles en las plataformas, las cuales se detallan más adelante en el presente documento. Cualquiera sea la herramienta, es recomendable que el aspecto a evaluar haga foco en los objetivos centrales de la actividad curricular.
3- TRABAJO COORDINADO Y COOPERATIVO
En este marco de trabajo, cobra mayor relevancia el trabajo cooperativo entre los miembros del equipo docente de la asignatura. Con una buena coordinación y distribución de las actividades, podrán aprovecharse mejor los recursos que cada docente desarrolle.
¿En qué aspectos o dispositivos aportarán más unos docentes que otros, dentro de la comisión o del equipo docente de la asignatura?, ya sea para cada unidad o en general, ¿en qué momentos y mediante qué formatos intervendrán?
Por ejemplo, algunos docentes se especializan más en generar audios o videos, otros en interactuar en vivo, otros en editar los apuntes, otros en responder consultas. Cualquiera sea la distribución, lo que se ha sugerido es no superponer esfuerzos o desperdiciarlos por una desarticulación del equipo de trabajo. Se ha recalcado la importancia de distribución de roles y funciones entre los docentes.
Si la actividad curricular tiene varias comisiones, se ha recomendado compartir los materiales audiovisuales generados, de modo de optimizar esfuerzos.
Por ejemplo, el profesor de la comisión A realiza un video con una explicación básica de los principales temas de la unidad 3; el profesor de la comisión B detalla una resolución de actividad que se detiene a remarcar un error habitual en las y los estudiantes; y ambos materiales son aprovechados por ambas comisiones (no se duplican esfuerzos).
¿Qué está dispuesto a aportar cada uno en esta experiencia?
Algunos tendrán experiencia en la producción de materiales audiovisuales y otros no, pero pueden aportar por ejemplo buscando en la web materiales que consideren valiosos. Algunos tendrán buena conectividad y otros no, pero pueden aportar por ejemplo resolviendo algunas actividades de la práctica para que puedan estar disponibles. Algunos tendrán lugares en sus hogares que se asemejen a sus oficinas de trabajo y otros no, pero pueden aportar por ejemplo revisando los materiales de los colegas antes de subirlos en los momentos en que puedan hacerlo. Algunos podrán comunicarse con los estudiantes en línea y otros no, pero pueden aportar por ejemplo corrigiendo offline entregas estudiantiles.
4- TRABAJO EVALUATIVO EN LAS CÁTEDRAS
Así como en las clases presenciales, en las que transcurren en aulas virtuales se realizan evaluaciones diagnósticas, de seguimiento y de síntesis del desempeño estudiantil, y de la tarea docente.
Lejos de reducir el proceso de evaluación al acto de calificación, evaluar posibilita disponer de información situada y actualizada, a partir de lo que sucede en el día a día, permite valorar la propia tarea docente y también la de cada estudiante o grupo de estudiantes.
En este marco, se ha aconsejado explicitar claramente las pautas de trabajo (“reglas del juego”) ante el equipo docente y ante los estudiantes:
Para articular y promover el vínculo de los docentes con las y los estudiantes:
5- CON FOCO EN EL ACOMPAÑAMIENTO
En todos los casos resulta importante el seguimiento por parte del docente de las tareas individuales y grupales de las y los estudiantes, habiendo fijado plazos de entrega precisos.
Con referencia a las actividades que requieren de entrega o envío al docente, se organiza la actividad de modo de poder revisar y corregir, aportando al estudiantado un feedback o retroalimentación que le permita avanzar en el estudio. En cursos muy numerosos, en ciertas oportunidades puede corregirse una muestra de las entregas y realizar una devolución general a todo el curso, marcando los errores más comunes, aclarando las dificultades encontradas y también resaltando las resoluciones que se destacan.
En cursos numerosos, también se ha recomendado asignar subgrupos de estudiantes a cada docente de la cátedra para hacer un seguimiento más personalizado. Por ejemplo, si es un curso de 90 estudiantes y son 3 docentes, asignar 30 para cada uno, para charlar con ellos a través de chat, hacer videollamadas, retroalimentar trabajos, enviarles mensajes periódicos de modo tal que cada estudiante perciba que se le está hablando puntualmente a él.
La tarea de seguimiento resulta imprescindible en términos evaluativos a los fines de conocer los avances de las y los estudiantes, sus déficits y sus logros, los temas no comprendidos por algunos/as o todos/as, posibilitando así reforzar sobre los asuntos que presentan dificultades.
Se sugiere combinar instancias de entregas con discusiones grupales o individuales en videoconferencias. En cursos numerosos puede pautarse con anterioridad que a las defensas por videoconferencia las realizará solo un porcentaje de los estudiantes, elegidos al azar.
Es importante fomentar la cercanía entre docentes y estudiantes, para que haya una retroalimentación en los dos sentidos: que el docente pueda ir indicando puntos logrados y a mejorar a los estudiantes, y que estos también puedan señalar prácticas docentes especialmente valoradas así como otras que no les han resultado tan favorables.
Pueden acompañarse estas instancias con espacios de intercambio social, tipo “bar”, que van más allá de lo estrictamente académico y pueden servir de sostén afectivo-emocional para los asistentes al aula virtual.
Resulta vital asumir el contexto de virtualidad en las tareas que podrían ser consideradas como evaluativas de los aprendizajes, tanto individuales como grupales. Se recomienda que estén orientadas a la producción y aplicación del conocimiento, diferenciándose de las de reproducción del contenido de libros y apuntes, susceptibles de ser resueltas con un “copia y pegue”.
Para propiciar la emisión de valoraciones sobre los desempeños estudiantiles, se proponen actividades que trascienden una fase meramente reproductora de información. Algunos ejemplos que pueden resultar útiles, entre otras alternativas que las cátedras han ido propiciando:
La función de la planilla es compilar la información en un lugar y que la misma sirva de monitoreo a los involucrados (docentes, estudiantes). No se recomiendan planillas demasiado detalladas o con una sofisticación excesiva.
También, cabe apuntar que la plataforma Moodle cuenta con Informes de la trayectoria en el aula virtual para cada persona matriculada en el curso. Para ello, ir a “Participantes” y hacer clic sobre el estudiante cuyo trabajo en plataforma se desea monitorear. Puntualmente se accede a:
A los fines de la aprobación de una actividad curricular, como lo plantean varios de los documentos de recomendaciones, es importante garantizar la identidad de los estudiantes. En entornos virtuales, esto podría asegurarse, por ejemplo, solicitando al alumno/a que muestre con su cámara, durante una videollamada, su DNI o Libreta.
Si a esto se le suma que el docente va conociendo al estudiante mediante el seguimiento de participación y tareas, se dan más elementos para reconocer si una determinada producción entregada por el estudiante es de él o de alguien que lo hizo por él. La combinación de entregas asincrónicas con instancias de discusión de temas de manera sincrónica, o el abordaje de los asuntos de distintas maneras, contribuye en este sentido.
Se recomienda consensuar los criterios de evaluación entre el equipo docente en el marco de esta re-estructuración del contrato didáctico que se produce a partir de la situación de pandemia. Es significativo compartir dichas modificaciones con los estudiantes. Una posible consideración de elementos constitutivos es la que sigue:
Se recomienda registrar mediante una planilla online, adaptable a la implementación de cada aula virtual, por semana, por unidad, o como la cátedra lo considere oportuno. Un ejemplo se muestra a continuación:
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