Desde entonces, el país ha transitado un proceso continuo de maduración democrática. Conquistas sociales, recuperación de derechos e instituciones, libertad de expresión y manifestaciones sociales son algunos de los espacios sobre los que la sociedad fue avanzando y de los que se fue apropiando.
Durante estas 3 décadas, Argentina ha evidenciado, no con pocas dificultades, la voluntad de recuperar la memoria, de propiciar el debate, de disentir como parte necesaria de la vida política y social.
Las universidades son actores esenciales y comprometidos con el desarrollo y crecimiento del país, no han sido ni son ajenos a este proceso. Por el contrario, el compromiso con la vida democrática se renueva en cada acción y en cada actividad que en ellas se desarrolla.
La democracia es mucho más que la mera posibilidad de votar, es la posibilidad de garantizar las condiciones que posibiliten la resolución de conflictos y la diversidad política. Es una sociedad que debate, que permite y facilita la educación a sus ciudadanos, que vela por defender los derechos. Que piensa en transformarse, en mejorar, en continuar creciendo y madurando.
Hoy, como parte de la universidad pública y gratuita, la FCEIA celebra estos 30 años de democracia junto a toda su comunidad académica que no se olvida del pasado, y que apuesta a un futuro cada día mejor, consolidando a cada paso la construcción democrática.
